19 de febrero de 2013

....Y LADRILLOS

Y siguiendo con el post de hace unos días, llegamos a una cuestión importante. 
Ahora ya tenemos una impresionante pared de ladrillos en uno de los lugares más destacados de nuestra casa y se presenta el dilema..... pintar o no pintar, esa es la cuestión!
Si optamos por la pintura, cualquier color de la gama elegida en nuestra decoración resultará ideal, y como siempre el BlancoRoto triunfará, será la base perfecta para crear la atmósfera que deseamos.



Aunque también se ven otras apuestas atrevidas que triunfan: en tonos oscuros para resaltar el carácter industrial del mobiliario o en tonos vivos si hablamos de estancias infantiles y/o juveniles.



Pero también podemos considerar ambas opciones : pintar y no pintar. Por ejemplo, pintar solo una parte de la pared, dejando una banda al natural, bien verticalmente para destacar una esquina o una parte de la pared donde pueden ir nuestros cuadros favoritos, o bien horizontalmente, en paralelo al techo y así nos ayudarán a enfatizar las diferentes texturas de las superficies: ladrillo y yeso.




Una pared de ladrillo desnudo es el escenario perfecto para iniciar un esquema decorativo diferente, sin dejar de ser elegante y moderno.


Su textura gruesa realzaran los muebles de alto brillo y la calidez de la terracota garantizará que las líneas puras y los materiales que le acompañan pierdan frialdad.





Hay mil formas más de destacar y disfrutar una pared de ladrillo, sea cual sea la que elijas debe ser la que te haga sentir bien para disfrutar más de tu casa.

 

Fuentes : Internet, HouseBeatiful, Home to House.

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