Con su forma orgánica, que admite mil posturas a cuál más cómoda y que se adapta perfectamente al contorno del cuerpo, con su parte trasera perforada, con reminiscencias de escultura,.... con todo ....es toda una obra de arte.
De hecho, la estructura de la silla se inspira en una figura flotante, en el desnudo en bronce reclinado, obra de Gaston Lachaise, de ahí su nombre.
Su aparición, en el MOMA en 1948, fue novedosa y sorprendente. Sus suaves líneas y su contorno fluido fue posible gracias a los avances tecnológicos en el moldeo de la fibra de vidrio.
Pero estas técnicas no estaban destinadas a crear elementos sólo para unos pocos privilegiados, estos eran muebles diseñados para satisfacer las necesidades de la gente corriente y dar placer a su vida.
" Los detalles no son sólo detalles" decía Eames, "ellos hacen el producto". Sin embargo, y a pesar de sus buenas intenciones, La Chaise resultó ser demasiado cara para producirse en masa y no fue hasta la década de los 90, cuando Vitra comenzó a producir y distribuir la silla, extendiéndose así su presencia.
Clásica y contemporánea a la vez, es la definición perfecta de diseño y arte en un único objeto.
Un icono del diseño.
Fuentes : Livingetc, Vitra.
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