Su poético nombre, BUTTERFLY, se debe a algo tan prosaico como su forma, que se asemeja a una mariposa, aunque en un principio tuvo un nombre mucho menos evocador y más pragmático, las iniciales de sus creadores, del estudio donde nació.
Algo tan sencillo como una estructura de barras curvas de acero y una funda sobre ella, originariamente de cuero, se convierte en un icono del diseño que resalta cualquier rincón y encaja a la perfección en ambientes y decoraciones tan distintas como la boho chic, el look industrial o un ambiente contemporáneo.
En ello nos ayudará la gran variedad de colores, tamaños, acabados, tejidos..... en los que las encontraremos.
La ligereza y la sencillez de la silla Butterfly marcan su personalidad y nos da un punto fresco y cómodo en la decoración.
Fuentes : 79ideas, Mrs Boho, La Oca.
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