El otoño me trae nostalgia y la nostalgia me lleva al pueblo.
Y el otoño en el pueblo se decora con piedra : chimeneas que nos calientan, paredes robustas que aíslan del frío y de la nieve exteriores a nuestro hogar y a los nuestros.
En el salón, en la cocina, en el dormitorio..... nos sentimos protegidos y amparados en su presencia.
Acompañados del crepitar de las llamas, arropados con cálidas mantas en nuestra cama, acurrucados en un confortable sofá, en cualquiera de estos escenarios de piedra el otoño será más cálido y más placentero para disfrutarlo.
Fuentes : Internet
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