Considerado tradicionalmente como un color apagado, triste y monótono, el gris está viviendo ahora una auténtica explosión, una segunda vida.
Buscando su lado más equilibrante (y relajante) hace un tiempo que algunos decoradores apostaron por él y hoy día es auténtica tendencia.
Tanto en tapicerías y textiles como en revestimientos y paredes es una apuesta segura hoy día.
Con el eterno blanco es perfecto para dar un plus de elegancia, con plata y morado dará el punto sofisticado y glamuroso a la estancia.
Y con algún punto de madera lacada le dará algo de calidez, aunque para ello lo mejor es acompañarlo de lanas y linos, de cueros y pieles en complementos y accesorios.
Aplicando como siempre nuestra máxima de "menos es más" con el gris conseguirás tu rincón de tendencia.
Fuentes : Maison & Dèco, House Beatiful, internet.
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