La primavera es la época en la que mejor apreciamos el poder que ejerce la luz en nosotros y en nuestras casas. Ahora es cuándo la luz se convierte en un bálsamo para nuestro espíritu y ahora es cuando nos templa el ánimo y nos regala vida.
Y si en nuestra casa acompañamos esa maravillosa luz con colores que la potencien y realcen su brillo, crearemos espacios que nos emocionen y nos estimulen.
Uno de esos colores es el gris claro, un color elegante y equilibrado. Si al gris base le añades pigmentos ocres o rojos conseguirás un gris cálido y envolvente, fácil de combinar con una amplísima gama de textiles. Si le añades pigmentos verdes o azules, obtendrás un gris algo más frío, ideal para estancias con sol directo que lograrás refrescar. Y muy fácil de combinar con colores vibrantes.
Con cualquiera de ellos, y algunos más, conseguirás que la luz de tu casa se multiplique y la conviertan en un lugar acogedor y alegre donde compartir, soñar, crear, ilusionar .... en definitiva,....vivir.
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